martes, 13 de agosto de 2013

PROCESO FUNERARIO. RITUAL DE OAXACA, MÉXICO.


 
PROCESO FUNERARIO

“RELIGIOSO, CATÓLICO”

OAXACA, MÉXICO.

 

Durante el proceso de agonía el enfermo  perdona todas las culpas y acciones negativas de sus familiares. Recibiendo de ellos la bendición y el perdón reciproco.

En ocasiones algunas tareas y compromisos para los que se quedan.

 

En los últimos momentos de existencia, se inician las letanías* para acompañar en ese triste momento al enfermo antes de fallecer, por parte de sus familiares y allegados, quienes son los únicos con derecho de rodear el cuerpo en agonía.

 

*canticos, oraciones y plegarias para que el sufrimiento del enfermo termine lo más pronto y acompañarlo en ese inmenso viaje.

 

Una vez fallecido el enfermo, el cuerpo debe ser separado de la cama y se acomoda en el piso, antes de esto se debe poner la señal de la cruz con cal y como cabecera un tabique, en donde reposará el cuerpo antes de ser preparado y acomodado en el féretro. Con la finalidad de que el cuerpo tiene que prepararse para ser entregado a la tierra, la cruz es el símbolo de la identidad de lo físico con lo espiritual.

 

El cuerpo en el piso, antes de ser preparado, se deben de colocar 4 velas, una en la cabeza, a los extremos de los brazos y en los pies; en señal del camino que deberá seguir el espíritu del difunto hasta que se cumplan los 9 días.

 

Posteriormente el cuerpo es preparado, es colocado con la ropa que escogen los deudos, y es aquella que lo identifica con su profesión o su desempeño laboral durante su vida; además de colocarle aquellos recuerdos físicos que la familia desea que lo acompañen (cadenas, anillos, crucifijos, carteras; o algún símbolo especifico).

 

Una vez en el féretro se colocan los 4 sirios, el crucifico en la cabecera, y como fondo cortinas de terciopelo rojas y blancas que simbolizan:

·         El umbral entre la tierra y el cielo. Acompañado por un altar según algún santo de la devoción del difunto.

Durante estos días deben ser cubiertos espejos, símbolos religiosos, imágenes, cuadros, y detalles que resalten más que el féretro y la disposición del espacio que ocupa su altar.

 

Mientras tanto, como parte del código funerario, la familia dispone quiénes serán los 7 padrinos quienes se responsabilizaran de levantar la cruz después de los 9 días del entierro del fallecido.

 

Los dos días de duelo, posterior de la muerte, se ajustan a rituales que van desde rezos, letanías, oraciones,  y plegarias; que permiten a los conocidos, parientes, vecinos o gente cercana participen otorgando y dando el pésame a los dolientes. Después de cada ritual, se agradece la visita y las manifestaciones de los participantes ofreciéndoles un sencillo agape (café, té, refrescos, vaso con licor de caña, pan, cigarros, etc.).

 

 Al segundo día de duelo antes de salir de su casa cada participante le pide al cuerpo que no se resista a irse; cada uno en su momento se despide del cuerpo quien permanece presente hasta el día de su entierro, recibiendo la bendición de todos aquellos que lo acompañaron durante ese ritual. Posteriormente ya en el panteón los familiares directos bendicen la tumba con agua bendita y puños de tierra que simbolizan la señal para que el cuerpo descanse en paz con la seguridad que el sufrimiento se ha terminado.

El cuerpo es enterrado y sellado bajo las atribuciones civiles y reglamento que marque el panteón. La tumba es cubierta con todos los ramos, floreros, coronas; y como parte primordial la colocación de una cruz de palo a la cabeza del fallecido que simboliza la religiosidad de la tumba (católicos).

 

Los nueve días posteriores al fallecimiento, los deudos establecen los horarios de los rezos y el agape de cada uno de los días. Cabe resaltar que es compromiso fundamental de los 7 padrinos elegidos que uno de ellos sea el padrino de la cruz (de madera) y estén presentes en cada uno de los rezos.

 

La cruz de madera, debe estar por lo menos 3 días antes del ritual denominado “levantada de la cruz” (a los 9 días) para que ésta sea adornada, alrededor,  con un tapete elaborado de: arena y  diamantina formando la imagen religiosa que más veneraba el difunto en vida en el piso, donde se pintó la cruz de cal al fallecer el familiar. Alrededor de ésta se adorna con flores multicolor y veladoras que se prenderán durante los tres rezos anteriores a la “levantada de la cruz”.

 

El ultimo día (9º) se prepara un altar a la cabeza de la cruz, contenido por símbolos tales como: ángeles celestiales, y resplandor del sol. Como el inicio al viaje de la tierra al cielo.

A su vez la rezandera organiza a los 7 padrinos explicándoles que de acuerdo a los canticos será la forma en que cada uno de ellos ira levantando la parte del tapete elaborado (uno a la cabeza, dos a los extremos uno al centro del cuerpo y dos a los extremos inferiores) y un último levanta paulatinamente la cruz, después de que cada padrino recoge con una raspa, escobita de otate y un trapo o franela levantando todos aquellos residuos de flores, veladoras, cal arena, todo lo que formaba el tapete. Y debe ser depositado todo ese residuo en una cubeta blanca, simbolizando que los esfuerzos, el cariño y el afecto de todos los participantes fortalecerán la pérdida de los dolientes.

Una vez levantada la cruz, los 7 padrinos entregan a los dolientes la misma y los residuos del tapete. A partir de ese momento, esos padrinos pasan a ser compadres de toda la familia del difunto, símbolo que es marcado con la señal de la cruz y un beso al listón morado que rodea a la cruz levantada (padrinos y familiares).

 

Una vez terminado el ritual, uno de los familiares agradece a todos los participantes y los invita a compartir el pan y la sal, ya que se ha cumplido con un ritual y una tradición que enmarca una separación momentánea de todo lo que significaba el difunto para la familia. y se les invita a ir a depositar al panteón, al día posterior, los residuos contenidos en la cubeta blanca, y a su vez se hace la colocación de la cruz de madera.

 

Posteriormente, se le invita a los acompañantes, a un desayuno para agradecer inmensamente la muestra de generosidad y afecto que demostraron durante esos 11 días. Situación que se prolongará para un futuro compromiso para cuando el fallecido cumpla un año de regresar a la luz. Repitiendo el ritual de la levantada (9º días) pero en esta ocasión con un cruz de metal. Que sella definitivamente la partida del espíritu de lo terrenal hacia lo celestial. Y hasta ese momento el fallecido descansa en paz.

Periodo en que la familia procesa su duelo.
 

COMENTARIO:


 Ha sido un placer elaborar este escrito, saber que la tradición de la mitad de mi familia es tan específica.
Entrevistar a mi padre, fué dificil, ya que el revivió el proceso en que perdió a sus padres (mis abuelos) y aunque mi padre no se dedica a llevar a cabo este tipo de rituales, él los vivió en carne propia, y al haber crecido en Oaxaca, Oax, Méx; le permite saber como es que se lleva a cabo este tipo de rituales en su ciudad.
En lo personal, me ha interesado la forma en que se respeta el cuerpo y el alma del familiar, y el compromiso de los padrinos, que toman su papel tan enserio; que son considerados compadres de "grado" como comunmente se les conoce.